Mi Navidad

Hoy ha empezado para mí la Navidad.

Esa Navidad diferente, la de un padre.

Bueno, para mi mujer ya empezó días atrás colocando el árbol y el belén con Mario.

Está claro que existe una Navidad infantil, la de los niños, esa que todos recordamos maravillosas, de vacaciones, luces en las calles, cenas familiares, regalos, etc.

Luego hay una etapa en la que ya no te parecen tan divertidas, cuando tu conciencia ya te hace pensar en otras cosas, o echas de menos a gente que ya no está, o te harta ese ambiente de falsa felicidad y villancicos atronadores por las calles.

Yo creo que pertenecí a esta etapa durante un tiempo y ahora vivo la Navidad, como de prestado. La vivo más por mi hijo que por mí. A veces, delante de eél tengo que disimular que para míson unos días más, iguales que los del resto del año.

Pero él los vive con una ilusión que no quiero quitarle.

Ahora estoy esperando la hora para ver con el un Belén viviente que organizaron en el colegio, y quiere que le acompañe para ser mi guía y explicármelo. Por la tarde hay festival de villancicos. Va a cantar uno en español y otro en inglés, que por cierto me toco ensayar el fin de semana, con baile y todo.

Después, ya el viernes, vendrán las vacaciones escolares, y si tengo la suerte de seguir de baja esta vez sí consideraré una suerte estar de baja, para poder vivir con él estas fiestas y jugar con todos esos regalos que tuvo el día de su cumpleaños y tendrá el día de la fiesta con sus amigos.