Radiantes de felicidad

Es una idea generalizada que los pensamientos positivos llevan a una vida más feliz y saludable.
De niños, nos dicen que hay que sonreír, y ser alegres, y poner una cara feliz.
De adultos, nos dicen que hay que mirar el lado oscuro, hacer limonadas y ver el vaso medio lleno.
A veces, la realidad se mete en el camino de nuestra habilidad para hacer el papel de felices.
Sin embargo, tu salud puede fallar,tus novios te pueden engañar, tus amigos te pueden decepcionar…
Es en esos momentos cuando quieres que todo se vuelva real, dejar de actuar y ser tú mismo, asustado, infeliz…
Pregúntale a la mayoría de la gente qué quieren en sus vidas.
Y la respuesta es fácil:  Ser felices.
Quizás sea la expectación, sin embargo, el deseo de ser feliz el que nos impide llegar a eso.
Quizá cuanto más lo intentamos y más felices estamos, más nos confundimos.
Hasta el punto de no reconocernos a nosotros mismos.
En lugar de eso, seguimos sonriendo, intentando por todos los medios ser las personas felices que desearíamos ser.
Hasta que al final nos golpee, ha estado allí todo el tiempo.
No en nuestros sueños o esperanzas, pero sí en lo conocido, lo cómodo…
Lo familiar.

Anatomía de Grey, T. 6  Cap.22