Absurdas consultas de siquiatría

Vengo de la consulta del «siquiatra». Estoy con un cabreo que no debería porque para eso estoy medicado, para darme tranquilidad. Creo que por eso no me enfrenté a él más.

-Buenos días, doctor.

-¿Qué le psas?

-Pues que en la última visita me cambió la medicación y creo que no me sienta bien. Antes tomaba por las noche media pastilla de Deprax y media de Idalprem y me lo cambió por media de Idalprem, una de Alapryl por las noches y media por las mañanas.

– Y, qué le pasa.

-Que con la de por las mañanas siento desequilibrios, descoordinación… y con estos efectos no puedo desarrollar mi trabajo. Y con el rabajo que tengo, o me cambia la medicación o me da un certificado para tener que  desarrollar determinados trabajos en estas condiciones que pueden ser peligrosas.

– Pues no tomes la pastilla de la mañana.

-Pero si me cambió la medicación porque la otra era insuficiente y me dio esta para aguantar durante el día bien.

-Ya, pero no la tomes.

-Entonces, para qué me la cambió.

– Si la de la mañana te provoca esos efectos, no la tomes.

-Así que tomo sólo la de las noches. (Como de la cama no me caigo, pensé, no se lo dije).

-Sí. Cuándo tenías la próxima consulta.

-Dentro casi tres meses en febrero.

– Pues vas a citaciones y que le la adelanten todo lo posible.

Fui y me adelantaron la cita para el 29 de Diciembre, este mes.

Delante de mí, entró una chica con cita para hoy. La oí conversar con una amiga suya enfermera que estaba por allí, que venía por algo, no lo oí, pero que no soportaba este médico. Cuando salió, casi dando un portazo, llevaba una receta en la mano e iba llamándolo «gilipolas». Después se dirigió a un mostrador preguntando por «Atención al paciente».

No debo ser yo sólo quien ve cosas raras.